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martes, 30 de octubre de 2012

DAR CON SACRIFICIO


DAR CON SACRIFICIO


dar con sacrificio
El Señor había instruido a David, conforme a la palabra del profeta Gad, que subiera a la era de Arauna, Jebuseo, para ofrecer un sacrificio para que detuviera la plaga que había caído sobre Israel por causa del censo del pueblo. Cuando llegó a la casa de Arauna éste le dio libertad de escoger todo lo que quisiera de entre sus pertenencias, para realizar el holocausto necesario, le ofreció la era, la leña y los bueyes, todo regalado para el rey. David no aceptó el regalo, al contrario, él respondió diciendo que iba a o pagar el precio y que no iba a ofrecer a Dios algo que no le costara nada. En la actitud de David, observamos dos importantes principios:
En primer lugar, hemos de notar que el rey David pudo haberse aprovechado de la situación y ahorrarse unos centavos. David no se aprovechó de la nobleza de la otra persona, al contrario, le dio su valor. Como cristianos y lideres que somos, nunca debemos aprovecharnos de los demás.


En segundo lugar, David se rehusó tomar de lo que Arauna le ofreció, porque entendía que los sacrificios que no tienen precio, no tienen validez para la vida espiritual. Este principio tiene especial importancia porque con frecuencia damos no de lo que nos cuesta sino de lo que nos sobra. Lo que sobra, sin embargo, rara vez duele, precisamente porque no lo necesitamos.
¿Cuánto nos cuesta a nosotros la salvación? El sufrimiento de Dios como padre, y la vida de Jesús como hijo, Dios y Jesús pagaron un precio por nuestra salvación. Por eso San Pablo escribió: “Porque habéis sido comprados por precio, glorificad, pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. (1 Cor. 6:20)
Lo que es gratis, la mayor parte de veces no lo valoramos. Queremos alcanza el éxito sin esfuerzo ni sacrificio. En esta vida hay que pagar el precio de todo aquellos que vales la pena. Por ejemplo:
1. Muchos jóvenes quieren ser buenos estudiantes sin estudiar.
2. Muchas parejas quieren tener buenos matrimonios sin dar nada a cambio.
3. Muchos padres quieren tener buenos hijos, sin dar amor, comprensión y tiempo.
4. Muchos quieren triunfar en la vida sin arriesgar nada.
5. Muchos desean ser buenos cristianos sin leer la biblia, sin orar y sin dedicar tiempo a Dios.
6. Muchas personas quieren las bendiciones de Dios sin obedecerle.
7. Muchos quieren la prosperidad financiera sin devolverle a Dios el diezmo y la ofrenda.
8. Muchos añoran tener buena salud sin cuidar sus cuerpos.
9. Mucha gente quiere superarse sin trabajar.

Lo que es gratis no se valora. Lo que no cuesta no se aprecia. Cuando valoramos lo que Dios y Jesús hicieron por nosotros en la cruz del calvario, nuestras actitudes y nuestras acciones llevan motivos de gratitud y de amor en respuesta a la bondad de Dios. Lo que le damos a Dios nunca compensará lo que Él hizo y hace por nosotros. Ir a la iglesia no beneficia a Dios, somos nosotros los favorecidos. Dar el diezmo y la ofrenda no hace a Dios más rico, al contrario. Dios abre las ventanas del cielo para que abunden más las bendiciones para nosotros. Si usted evangeliza a otros, no es para que Dios crezca en espiritualidad, es todo lo opuesto, cuando usted comparte su fe con los demás, usted crece espiritualmente. Que desde hoy en adelante, todo lo que usted le ofrezca a Dios, hágalo con amor y sacrificio, porque entre más le cueste, más valorará lo que el Señor hace por usted.
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