Cita Bíblica meditar: “Aconteció un
día, cuando entró él (José) en casa a hacer su oficio, que no había nadie de los de casa allí. Entonces ella lo asió por la , diciendo: Duerme conmigo. Pero él, dejando su ropa en las manos de ella, huyó y salió. (Génesis: 39:11,12)
El concepto que se maneja en la cultura del mundo es que huir es solamente para cobardes, para aquellos que no tienen agallas para hacerle frente a los verdaderos desafíos de la vida. Según este criterio, los que huyen nunca triunfarán en la vida, pues las verdaderas conquistas pertenecen a los que avanzan contra viento y marea. Sin embargo, la Biblia nos presenta historias como la de José, que nos ilustra que cuando se trata de no pecar contra Dios, huir es de valientes y de sabios.
Algunos podrían objetar que José terminó en la cárcel como de su decisión de huir. Su corazón, sin embargo, estaba siendo preparado para las grandes responsabilidades que Dios iba a colocar en sus manos, en pocos años. A corto plazo, entonces, huir tuvo sabor a derrota, pero a su sabia decisión puso las bases para una vida de trascendencia en los asuntos del Señor.
¿Qué es lo que motivó a José a huir? En primer lugar, observamos en la cita bíblica que el mayor compromiso de José era honrar el nombre de su Dios. Su deseo de no ensuciar y manchar el nombre de Jehová se extendía también a una decisión de no deshonrar a Potifar, el hombre que le había confiado el de todo lo que tenía en su casa. Ya había declarado, en ocasión de las insistentes insinuaciones de la esposa de su amo: “Mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en su casa, y ha en mis manos todo lo que tiene. No hay otro mayor que yo en esta casa y ninguna cosa se ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su. “¿Cómo, pues, haría yo este mal, pecaría contra Dios?” (Gen. 39:8,9).
¡Qué tan clara y práctica sobre la verdad a partir de la vida de José! Siempre que la Biblia habla del tema de la sensualidad nos da un mandamiento ¡CORRA! No nos dice que nos pongamos a razonar con ella. No nos pongamos a pensar en ella y a citar versículos bíblicos. ¡Nos dice que HUYAMOS! José no se puso a discutir con la mujer, tampoco le ofreció un de la fe de Jesús o le pidió que se pusieran de rodillas a orar para que la tentación se alejara. Todo lo contrario, José tomó una decisión rápida, salió corriendo.
¡Cuántas historias tristes hay en la vida de muchas personas que estuvieron en los caminos del Señor por no huir de la tentación. Grandes líderes y predicadores han fracasado en sus vidas espirituales por no salir corriendo cuando la tentación estaba cerca de ellos. En el caso de José, fue tentado por una mujer, pero hoy en día, muchos fracasan por diferentes maneras: Dinero, sexo, decisiones incorrectas al casarse, la música, la pornografía, etc…etc.
Quizá, usted diga: “Gracias a Dios, yo no ese tipo de problemas”. Posiblemente no los tenga ahora, pero si usted no dedica tiempo cada mañana a estar a solas con Jesús, leer su Palabra y orar mucho, tenga la que tarde o temprano, usted tendrá serios en su vida espiritual. Tenga sumo cuidado de cómo lleva su vida cristiana, una persona va en camino a la derrota espiritual cuando muestra estos síntomas.
1. Casi no lee la Palabra de Dios.
2. No ora y cuando lo hace no experimenta la presencia de Dios.
3. Asiste sólo los sábados a la iglesia y desaparece por temporadas.
4. No devuelve a Dios los diezmos y las ofrendas, y cuando lo hace es esporádico y simbólico.
5. No le interesa el evangelismo y no participa en las actividades de la iglesia.
6. Su estilo de vida no hace la diferencia con los del mundo.
Si usted padece de estos síntomas huya de ellos y corra a los de Jesús. Hoy es un nuevo día para iniciar una experiencia más profunda con Dios.
“Si permanecemos en Cristo, si el amor de Dios habita en el corazón, nuestros sentimientos, pensamientos y acciones, estarán de acuerdo con la voluntad de Dios. El corazón santificado está en armonía con los preceptos de su ley”. (Elena G. de White)
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