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miércoles, 30 de enero de 2013

ENTRE LA ESPADA Y LA PARED


Lectura Bíblica: “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”. (Éxodo 14:14)
Seguramente, todos nos hemos encontrado más de una vez en situaciones a las que no le hallamos  por ninguna parte. Vemos hacia adelante y está el mar, vemos hacia los lados y sólo vemos desierto, miramos hacia atrás y viene el faraón con todo su ejército. En pocas palabras, nos hallamos en un callejón sin salida, entre la espada y la. Así se encontraba Israel en medio del desierto. ¿Qué hacer  tener victoria en medio de las crisis?
Muchas veces Dios permite que nos encontremos en situaciones difíciles para que aprendamos a depender más de Él y no confiemos en nuestra experiencia, en nuestras capacidades y en nuestros conocimientos. Dios pudo haber llevado a Israel por otro camino donde no tuviera que pasa por el Mar Rojo, sin embargo, los llevó por ese lugar porque su propósito era manifestar su poder y que los israelitas tuvieran la seguridad de que Él los iba a cuidar en el camino.
Todo el pueblo de Israel iba feliz, por  era libre. Según los israelitas, ya no tendrían más problemas en sus vidas. Y cuando todo anda bien, alabamos a Dios y expresamos: “¡Qué lindo es mi Dios!” “¡Cómo mi Dios no hay otro!”. Pero, ¿qué sucede con nuestra fe cuando las cosas andan mal, todo sale mal y vamos de mal en peor?
La Biblia dice: “Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? (Éxodo 14:11) Al pueblo de Israel rápido se le olvidó cómo Dios se había manifestado en Egipto. Así es la naturaleza humana, cuando estamos en crisis, perdemos nuestra y nos olvidamos de los milagros que Dios ha hecho en el pasado.
Lastimosamente el pueblo de Israel tomó una actitud negativa frente a la crisis. De nada sirve orar y clamar a Dios si tenemos una actitud negativa cuando estamos en problemas. Dios quiere que siempre confiemos en Él, que en los momentos más críticos de nuestra vida aprendamos a depender de sus promesas, de su cuidado y su protección.
¿Por qué permite Dios algunas cosas difíciles en nuestra vida? Porque quiere glorificarse en ella. Israel tuvo miedo al verse entre la espada y la pared, o sea, entre el mar, las montañas y el ejército de faraón. Usted y yo en algunas ocasiones también hemos tenido miedo pero en medio de ese temor debemos confiar siempre en el Señor.
La vida nos golpea frecuentemente, hay momentos duros y nos sentimos impotentes, sin fuerzas, sin ánimo, sin deseos de continuar. Los problemas a veces nos acorralan. Usted tiene problemas económicos y al mismo tiempo aparecen los problemas en el . Usted se siente enfermo y a la misma vez se le aparecen problemas en el trabajo.
Por todos lados, usted se siente atacado y no le encuentra salida a sus dificultades.
En esos momentos de crisis, usted siente que su vida se derrumba completamente. Tiene miedo, se siente derrotado y sin ganas de seguir viviendo. Usted se siente sólo y que cree que hasta Dios lo ha abandonado. La Biblia dice que cuando el pueblo de Israel se sintió acorralado, lo primero que hizo fue quejarse, echarle la culpa a Moisés y a Dios porque creyó que todo estaba perdido.
En ese momentos de crisis, Moisés le dijo al pueblo: “No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy por vosotros… Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”. (Éxodo 14:13,14) ¡Cómo cuesta estar tranquilos cuando nos sentimos entre la espada y la pared! La única manera de mantener nuestra fe en medio de los problemas es cuando pasamos tiempo en oración a solas con Jesús.
La oración es la clave en medio de la crisis. ¡Hable con Dios en privado y Él se encargará de sus problemas en público! Para salir de la crisis no sólo necesitamos confiar en la soberanía de Dios y orar, sino que también hay que actuar y seguir marchando hacia adelante. “Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los  de Israel que marchen“. (Éxodo 14:15)
Querido hermano, no se desanime cuando se encuentre entre la espada y la pared, cuando Dios cierra una puerta es porque Él ya tiene una salida a su problema. No se rinda, no toque la retirada, mantenga sus ojos puestos en Jesús y donde usted menos se imagina, Dios hará el milagro. Es en la presencia de Jesús donde usted encontrará la solución a todos sus problemas.
Para Meditar: “Siento… que usted tenga aflicción y dolor. Pero Jesús, el precioso Salvador vive. Vive para usted. No se preocupe sino que confíe en el Señor. Recuerde que ni un gorrión  a  sin que lo advierta el Padre Celestial” (Elena G. de White)
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